22 marzo 2007

Literaturidad: la “Carta al Padre” de Kafka

Mariam escribió:

“uno de los elementos que señalabas hoy, en relación a la literatura es la ficción. Por ejemplo, yo escuché por algún lado, o leí, no sé, que “Carta al Padre” de Kafka está considerada una joya literaria. Pero no me queda claro si hay ficción o no, ya que parecería la versión que tiene Kafka de su relación con su padre. Además no deja de ser epistolar y por momentos catárticos. A su vez, aparecería lo de lo mediato e inmediato, ya que a veces parece algo catártico o vomitivo y por otras más controlado. Pero no desde lo psi, no hay una elaboración, pues no anuda su mundo interno, con la construcción de una ficción. Yo no puedo creer que en “Carta al Padre” haya algo de ficción. Creo que no construye una ficción, que queda aplastado por la imagen de su padre, y solo plantea una versión. Si hay otro concepto de ficción un poco más arriesgado, tal vez las cosas se modificarían, pero no lo sé. Capaz que “Carta al Padre” tenga que leerla de nuevo, a la luz de estos elementos que vemos en clase, o no la leí bien."

Respuesta:

En principio, da la impresión que no es ficción ni es literatura. Pero la teoría literaria está, precisamente, para analizar técnicamente tales “impresiones”. Podemos repasar los 5 puntos que toca Culler, p. ej., y entonces quizá sea posible decir que Carta al Padre trae al primer plano el lenguaje (en el lenguaje), que integra el lenguaje, etc., y entonces tendríamos que reconocer que si no es literaria al menos comparte varias de las cosas que nos hacen considerar a un texto como literario. Otra cosa es la diferencia entre una situación de comunicación en que yo le mando una carta a alguien y la de la literatura. Quizás habría que preguntarse cómo es entonces que la carta llegó hasta nosotros. Y entonces preguntarse también si Kafka no tenía siquiera inconcientemente alguna vaga proyección de que lo que estaba escribiendo no estaba dirigido solamente al padre. Es decir: si Kafka, aunque nunca fuera a darle la carta a nadie más que al padre, aunque la pusiera en un sobre y la mandara por correo (y sabemos que lo que ocurrió es bastante más complicado que eso: supone todo un juego de proyecciones y derivas, precisamente, para usar un lenguaje vagamente “psi”), hubo todo un aparato institucional que le dio estatuto literario, y para ello se basó no solo en el peso “literarizador” de la figura (o el fetiche) “Kafka” (de lo cual hablamos en clase, poniendo como ejemplo a García Márquez y no sé a quién más), sino también en características propias del texto (en este último sentido, podríamos decir que Kafka es tan escritor, tan literato, que cuando escribe algo que no sea la lista de los mandados no puede sino escribir literariamente, aunque no esté intentando hacer una ficción) (y por lo demás, como vos sabrás, si tenés algún entrenamiento psi, como parece que tenés, la identidad es también en cierta forma una ficción, y una carta a un padre es, también, en cierta forma, una ficción –novela familiar, que le dicen, ¿no?-).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué comunicar? ¿A quién o a quiénes comunicar? Pero no sólo eso, después de muerto su obra cobró una nueva dimensión, se construyó una nueva identidad e identificación de Kafka escritor. Es decir, que hubo un juego entre lo público y lo privado; así como perduró en el tiempo y se introdujo en la historia literaria. Pero me parece fundamental la intencionalidad de lo que queremos comunicar, más allá que luego el texto se relea, se reinterprete, se dimensione. En tanto Kafka escribía en la esfera de lo íntimo y lo privado, y vivía aplastado por su padre y escribir era su forma de revelarse, ¿cómo funciona acá el lector ficticio o supuesto lector?

Emilio Irigoyen dijo...

Creo que podemos retomar esta línea de discusión luego de ver la unidad “Autor Texto Lector”.

Anónimo dijo...

En mi opinión, por supuesto que "Carta al padre" es una obra de ficción, es narrativa. Cuando un escritor realiza un cuento o una novela toma la lengua común, la que hablamos, y al escribirla como obra le da una intencionalidad estética.

Si los lectores interpretamos que el personaje de la novela queda "aplastado por su padre" o lo que pensemos y creamos de la obra, estamos en nuestro derecho, es nuestra lectura, pero recordemos que no es Kafka el que está dentro de "Carta al padre", el que está es un personaje. Mientras leemos "Carta al padre" su autor quizá esté durmiendo o comiendo o, como Kafka, ya no exista en este mundo. Pero el personaje de "Carta al padre" sigue ahi, en las páginas de la obra de ficción, la literatura le ha dado, y le dará, vida.